sábado, 30 de enero de 2010



EL GUARDIÁN ENTRE EL CENTENO- J.D. SALINGER (1951)

“Creí que era, «Si un cuerpo coge a otro cuerpo» -le dije-, pero, verás. Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería, pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura.
(…) Pensé que encontraría trabajo en una gasolinera poniendo a los coches aceite y gasolina. Pero la verdad es que no me importaba qué clase de trabajo fuera con tal de que nadie me conociera y yo no conociera a nadie. Lo que haría sería hacerme pasar por sordomudo y así no tendría que hablar. Si querían decirme algo, tendrían que escribirlo en un papelito y enseñármelo. Al final se hartarían y ya no tendría que hablar el resto de mi vida. Pensarían que era un pobre hombre y me dejarían en paz. Yo les llenaría los depósitos de gasolina, ellos me pagarían, y con el dinero me construiría una cabaña en algún sitio y pasaría allí el resto de mi vida. La levantaría cerca del bosque, pero no entre los árboles, porque quería ver el sol todo el tiempo. Me haría la comida, y luego, si me daba la gana de casarme, conocería a una chica guapísima que sería también sordomuda y nos casaríamos. Vendría a vivir a la cabaña conmigo y si quería decirme algo tendría que escribirlo como todo el mundo. Si llegábamos a tener hijos, los esconderíamos en alguna parte. Compraríamos un montón de libros y les enseñaríamos a leer y escribir nosotros solos”.

1 comentario:

  1. MUERE J.D. SALINGER

    Novela de culto actual que revolucionó la historia de la literatura. El secreto de este increíble éxito literarii vuela de la mano de Holden Caulfield; adolescente que rechaza el mundo de los adultos y el de los compañeros que no son como él. Holden habla con voz propia y talante, de una manera no expresada hasta el momento. Esa voz es la que ha permitido a tanto lectores sentirse identificados con él.
    Sin embargo, la novela representa algo más que el habla de un personaje muy bien reproducido: el miedo. Miedo a hacerse mayor y a tener que entrar en el mundo de los adultos. Un miedo que se desluce entre líneas y que ilumina toda la novela.

    Así pues, muere uno de los grandes escritores de nuestro siglo. Extraño y taciturno, apartado del mundo por voluntad propia... Salinger se hace eterno.

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