miércoles, 3 de marzo de 2010


EL EXTRANJERO- ALBERT CAMUS (1952)

"Esperé. El fuego del sol ardía en mis mejillas y sentía las gotas de sudor acumularse sobre mis cejas. Era el mismo sol del día en que enterré a mamá y, como entonces, me dolía sobre todo la frente y todas sus venas batían a un tiempo bajo la piel. Esa quemadura que no podía soportar me hizo dar un paso hacia adelante. Sabía que era estúpido, que no me desembarazaría del sol desplazándome un paso. Pero di un paso, un solo paso hacia adelante.(...) Fue entonces cuando todo vaciló. Del mar llegó un solplo espeso y ardiente. Me pareció que el cielo se abría en toda su extensión para vomitar fuego. Todo mi ser se tensó y mi mano se crispó sobre el revolver. El gatillo cedió, toqué el pulido vientre de la culata y fue así, con un ruido ensordecedor y seco, como todo empezó. Sacudí el sudor y el sol. Comprendí que había destruido el equilibrio del día, el silencio excepcional de una playa donde había sido feliz. Entonces disparé cuatro veces sobre un cuerpo inerte en el que se hundían las balas sin que lo parececiese. Fueron cuatro golpes breves con lo que llamaba a la puerta de la desgracia".

1 comentario:

  1. A.C. presenta un personaje pasivo carente de sentido moral que, sin motivo aparente, comete un asesinato. Tras esto, es condenado a muerte; pero la novela no se centra ni en la ejecución ni el propio crimen. La novela representa "lo absurdo". Meursault es un indiferente. No es hasta el momento antes de su ejecución cuando se da cuenta del valor de la vida que ha tenido. Por primera vez se siente dichoso y siente que vale la pena vivir a pesar de que carezca de sentido.

    ResponderEliminar